martes, 16 de febrero de 2010

Un invierno en Mallorca

No he pasado ningún invierno en Mallorca, como lo hizo George Sand con su amado Chopin, pero sí varios días en diferentes inviernos.

Un invierno en Mallorca es difícil de describir. Bonito y duro. Luz, frío y humedad. A veces, la nieve cubre la Tramuntana. Los turistas buscan un resquicio de verano en las terrazas, apurando los rayos de sol. Algunos pueblos parecen desiertos, mientras la ciudad se muestra más bulliciosa que nunca.

En la carretera de Valldemosa, los almendros se cubren de flores blancas y ofrecen una vista increíble, dan ganas de atraparlos para siempre en la retina.

Valldemosa en invierno. Casi desierta, te permite descubrir tranquilamente sus calles, sus tiendecitas, atisbar entre las cortinas para espiar la vida cotidiana. Y otros tantos pueblos, atestados de turistas en verano. Soller, tan encantador y tan extraño, aislado durante años, con sus construcciones modernistas y su valle de los naranjos, y Port de Soller... con su aire de viejo puerto pesquero a pesar del turismo. Alcudia, con sus murallas y sus restos romanos, la antigua Pollentia.

Sa Calobra y su torrent de Paradis. En este pequeño milagro de la naturaleza es posible perderse una mañana de febrero y dejarse llevar por el ruido del mar, sin otras voces, sin olor a bronceador, sin gritos ni sombrillas que laceren la arena.

El invierno en Mallorca te hace comprender porque tantas y tantas personas encontraron aquí su Ítaca. Robert Graves, el archiduque Luis Salvador de Austria, Miró, Rusiñol, Jovellanos -a su pesar- ... Aquí logras entender la luz de la obra de Barceló y el color de Joaquín Mir.

El invierno en Mallorca es una sobremesa con los amigos alrededor de los restos de una buena comida, es un paseo por el Born, es una visita a una sala de arte, es una tarde de cine y unas cañas y unas risas. Es un "vermú" en una terraza buscando unos rayos de sol y un arroz en Port des Canonges. El invierno son almendros, el olor de las naranjas casi recien cortadas y... desde ayer, también buñuelos.